Un minuto
10.08.2016

 

I portray the child in your adult mind. Venecia, 2012.

Todos necesitamos pensar que somos decentes el último minuto, cada noche, antes de dormir. El déspota, el maltratador, el racista, el embaucador. El asesino con causa. El cazador. El matador de toros. El que se queja en A pero paga siempre en B. El político corrupto y el empresario corruptor. El que sólo cumple órdenes y los que las dictan, amparados por la ley. Alguien que sólo es parte de una cadena. Otro a quien no le pagan por pensar.

Nunca se sabe si uno va a volver a despertar. Cada noche, un minuto antes de la oscuridad es momento de hacer testamento. De examinarnos la conciencia y darnos un aprobado. De firmar una alianza con nuestra mente para poder justificarnos. Apretamos la manta y nos envolvernos con ella mientras nos reafirmarnos en nuestras razones. Los que se consuelan pensando que sacrifican a unos pocos para salvaguardar a la mayoría. Los fanáticos arrastrados por cualquier corriente. Incluso los que tienen las manos manchadas de un negro imposible de borrar.

Durante el último minuto todos necesitamos sentirnos coherentes. Convencernos de que actuamos de acuerdo con nuestras creencias. Aceptarnos como somos. Convencernos de que encarnamos la mejor versión que existe de nosotros.

A veces, nuestros actos van en contra de nuestros ideales. Entonces necesitamos encontrar las excusas, sacar brillo a los pros, maquillar los contras. Convencernos de que nuestros privilegios son derechos. Reivindicar que nos merecemos lo que disfrutamos. Defender que tenemos más razones para reclamar que para dar las gracias.

Cada noche firmamos un pacto con nuestros demonios para poder conciliar el sueño. Para que el subconsciente no nos reproche la jornada con un repertorio de pesadillas. Buscamos dentro hasta encontrar la paz y entonces, sólo entonces, cerramos los ojos. Todos necesitamos pensar que somos decentes el último minuto.

Hasta los más indecentes.

 

 

 

Publicado en el Diario Vasco el Domingo, 10 de Julio de 2016.

Foto.- I portray the child in your adult mind. Venecia, 2012.

 

 

 

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