Super Ficial
10.04.2019

 

supersuperficial

Uno de mis ojos contempla el nuevo vestido de Ana. Entretanto, el otro se escapa a comprobar el aviso de lluvia que me lanza el iPhone. Mi oído izquierdo atiende la conversación familiar mientras la oreja derecha mete las narices en el chiste que ha recibido por WhatsApp nuestro vecino de bar. Una mano acaricia su hombro a la vez que el pulgar de la otra revisa mi Twitter.

Distraída. Si tuviera que elegir un adjetivo para calificar nuestra vida actual creo que sería ese. Distraída. O superficial, como la atención que prestamos a una reunión, una charla o una película mientras revisamos el correo electrónico.

De paseo por internet, esta semana encontré, en un foro de idiomas, un comentario perspicaz sobre cómo percibimos la atención en diferentes idiomas. En castellano la atención se presta. En italiano y francés la atención se hace. En euskera se pone o se mantiene. En inglés y en japonés la atención se paga. Y sólo en alemán se regala.

Hacer o mantener la atención exige un esfuerzo por parte de quien escucha. Un préstamo se adelanta con la condición de que, después, se devuelva con interés. Pagar la atención es gratificar con oídos y ojos por un contenido que recompense la entrega. Las diferencias son sutiles pero, de todos los significados, me quedo con el regalo de los alemanes. Entender la atención como un acto generoso y desinteresado.

La hora de escucha cotiza muy cara. Escasean los minutos de calidad, los dedicados en exclusiva a atender un solo tema. Regalar tu atención a alguien es demostrar que le valoras porque estás entregando algo valioso, volátil e imposible de recuperar. Tu tiempo.

 

 

 Publicado en El Diario Vasco el Domingo, 7 de abril de 2019. ( versión blog de la columna Aquí y Ahora).

Foto.- Super Superficial.- London, 2012.

2 comentarios:

  1. iñaki dice:

    Dices que escasean los minutos de calidad.Para conseguirlos tendríamos que empezar por encerrarnos y deconectar todos los trastos que dispersan nuestra atención.Recuerdo a un gran estadista que,preguntado como podía contestar con precisión a una pregunta,contestó:centrándome en el asunto y olvidando otros doscientos pendientes.
    ¿Qué te parece?
    abrazote,

    • guille dice:

      Me parece cierto y me parece misión imposible en estos tiempos dispersos.

      Quizá no haya que recuperar todo el tiempo. Quizá sea cuestión de detectar los buenos momentos y cuidarlos con esmero.

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