Rellanos
12.10.2022
Los portales de los 80 olían a costumbres ya extinguidas. El de la casa en que crecí olía a cera sólida y al vinagre blanco con el que Doña Luisita frotaba, hasta el castigo, un suelo fósil que dicen que fue madera de pinotea. Las viviendas de aquel viejo caserón desprendían olores que invitaban a fantasear con los secretos que escondían tras la puerta. Tabaco de pipa. Naftalina. Libro viejo. Cirio de misa. Cada casa tenía un olor particular pero, dos veces al día, flotaba un aroma que unía a todas, las más pudientes y las más humildes. Olía a sofrito, a cebolla pochada, a vainilla, a brandy reducido a fuego lento, a coliflor.
Ya no huele a comida en los rellanos. Es difícil jugar a adivinar el sabor del bizcocho que han horneado los del segundo o si se le ha quemado el ajo picado al divorciado del ático. Nadie sabe si la viuda de enfrente aún guarda vigilia porque los viernes no huele a arroz con bacalao ni a merluza rebozada.
La mitad de nuestros vecinos guisa menos de cuatro horas a la semana. Nunca se había vendido tanta thermomix ni tanta cazuela de diseño y, sin embargo, en muchas de las casas el horno es sólo un armario para sartenes. Un estudio reciente asegura que, en 10 años, la mayoría comeremos estofados traídos a casa en Glovo. En bici. Mientras tanto, en Inglaterra se han construido los primeros bloques de pisos con cocinas comunitarias y han sustituido la cocina de casa por un armario empotrado con un microondas.
Si las pantallas de los Smartphone desprendieran el aroma de las imágenes que emiten, los despachos, buses, baños, olerían a spaghetti carbonara, a cookies de chocolate, a tortilla de patata con queso arzua de @rafuel, a las creaciones de los grandes chef que presenta cada semana @lacreme_es. Existe una relación inversa entre el aumento de cuentas foodies en Instagram y el descenso de venta de garbanzos. Tiempos extraños estos en los que no hay tiempo, no hay paciencia o no hay a quién cocinar.
Publicado en El Diario Vasco el Domingo, 2 de octubre de 2022.
Foto.- Huevos Duros.- Barcelona, 2015.
No sabía q el DV tenía poderes, dice “artículo publicado en el DV el 20 de Octubre de 2.022!!!!!!
Al leer el artículo, yo q leo todo lo de Viglione, me ha extrañado q se me hubiera pasado éste y al ver la fecha he pensado que o yo me he quedado atrás y estoy en otra vida, o nos están adelantando el futuro por si no llegamos.
jajajaja
disculpas. Ya está corregido el gazapo.
¡ gracias por leer !