Raro
20.04.2015
Ser normal es agotador porque sólo es normal quien se ajusta a la norma. Prefiero a los bichos raros, los versos sueltos, las ovejas negras, los perros verdes.
Elijo a los diferentes frente a los que se muestran, por todo, indiferentes. Huyo de la uniformidad y soy alérgico a los uniformes. Nado para no ser arrastrado por la vida corriente. Intento que la curiosidad me sorprenda cada día para borrar cualquier sombra de rutina en mi retina.
No, no creo que todos seamos iguales. Al contrario, la igualdad tiene que ver con el respeto a la diferencia. Intento no estar archivado en ninguna estantería. No soy un estereotipo, un prototipo, la percha andante del último logotipo.
Ser diferente es ser uno mismo. No ser predecible. Intentar hacer lo que no se espera de uno. Aprender a vivir con nuestras incoherencias. Tener más preguntas que respuestas. Llevar la contraria a los prejuicios. No depender de la aprobación del rebaño.
Hoy, ser normal es demasiado raro. Rara es una sociedad que rechaza al diferente. Raro es pensar que más vale lo viejo conocido. Raro es que vivamos tan domesticados. Raro es aceptar, con nuestra apatía, muchas cosas que detestamos. Raro es tener tanto miedo a equivocarnos. Ser tan dócilmente correctos. Morir cada día, un poco, de aburrimiento. Raro es hacer cinco horas de cola para ser el primero en tener el último iPhone y sentirte, por ello, diferente.
Raro es que nos parezca normal encajar tan bien en este sistema de vida absurdo.
Publicado en El Diario Vasco el Domingo, 19 de Abril de 2015.
Foto.- Balconing.- Berlín, 2012.
Hola Guille,
Comparto plenamente tus ideas y reflexiones. Mucho mejor tratar de vivir una vida propia, auténtica, la que nos haya tocado en suerte, que no vivir una vida a imagen y semejanza de otros, casi como si fuera de segunda mano. Requiere valentía y atención, pero siempre será nuestra, no la de otros.
Jesús
Totalmente de acuerdo, Jesús.
Un saludo.
Con otras palabras, ya lo dijo Krishnamurti:
“No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma.”
Aquello que nos ha hecho grandes como especie, la curiosidad, se nos está acabando. La estamos dejando morir. Por eso es tan triste ver a la ciencia perder “peso específico” día a día. Ya no miramos a las estrellas, como diría Sagan; tampoco miramos a “nuestra sangre”, como diría Hesse; nunca tuvimos tanto…, tanto miedo.
Cuanto más tenemos, más miedo nos da desentonar, más intentamos ser invisibles al martillo. Brave New World. Pena.
Cierto, sólo que Krishnamurti lo expreso mucho mejor.
¡ Gracias por la reflexión !
Totalmente de acuerdo.Muy positivo el intento de estar siempre abiertos a la curiosidad.Si no tienes esa determinación estás muerto,aunque respires.