Paradojas
13.02.2017

 

RUUUUF !

Lamento que cierre una librería local pero compro mis libros en una céntrica, aunque distante, multinacional. Defiendo la agricultura sostenible pero, cada verano, bebo zumo de naranjas llegadas en avión desde Sudáfrica. Denuncio el IVA cultural mientras soy condescendiente con la piratería. Me indigna el consumismo pero me gano la vida vendiendo. Nunca hemos hablado tanto de libertad individual aunque hoy vivo en una sociedad mojigata e intransigente con menos derechos y más prohibiciones que hace treinta años.

Nunca hemos sido tan quejicas, nunca hemos sido tan sumisos. Me jacto de mi indignación ante el muro de Trump mientras sostengo, con mi silencio cómplice, los 1200 km de valla que ha construido Europa para frenar el éxodo sirio. Compro en las cadenas low cost que precarizan el trabajo allí y destrozan el empleo aquí. Protesto en Facebook ante las desigualdades de esta sociedad injusta y acto seguido exhibo, ahí mismo, mis conciertos, chuletones y playas.  Cada tres días escucho, me indigno, asumo y olvido el drama de otra mujer asesinada.

Sé que mis zapatillas deportivas están manufacturadas por niños. Que el mineral con el que se ha fabricado mi Smartphone ha sido extraído por esclavos. Que cientos de trabajadoras explotadas, hacinadas en un taller miserable, han cosido las prendas que visto ahora mismo. Y, aunque parezca imposible, no me queman la piel. Denuncio con palabras gruesas un modelo económico despreciable que respaldo, cada día, con mi VISA.

Soy preso de mis contradicciones, esclavo de mis adicciones. Me debato entre la paradoja de reconocer que soy un engranaje más de esta maquinaria indigna y la comodidad de no renunciar a mis privilegios.

Por ahora, gana la comodidad. Lo siento.

 

 

 

Publicado en El Diario Vasco el Domingo 12 de Febrero de 2017.

Foto.- RUUUUF !! . Estambul. 2012.

8 comentarios:

  1. Jesús dice:

    Hola Guille,

    Cómo es eso de “modelo económico despreciable”? “un engranaje más de esta maquinaria indigna”? Este modelo económico que tenemos, con sus infinitas precariedades, desigualdades y origen de un sin fin de problemas laborale y medioambientales, es, a fin de cuentas, uno de los grandes avances del ser humano.

    Olvidamos fácilmente que lo común y la norma en la historia de la humanidad es el hambre, la miseria, las plagas, la violencia, la muerte temprana. Sin médicos, ni agua corriente, ni electricidad, ni super, ni cómodas casas, la vida es mucho más dura y cruel y la muerte acecha a la vuelta de cada esquina.

    Hay infinidad de cosas que cambiar y corregir, entre ellas el consumismo bobalicón, o las condiciones de trabajo míseras, por poner algún ejemplo. Pero también, y no menos, los eternos lamentos sobre lo malo que es el sistema (mientras consumimos a destajo).

    No olvidemos de donde venimos, toda la enorme miseria y dolor que nos ha precedido.

    Un saludo

    Jesús

    • guille dice:

      Creo que forma parte de la paradoja.
      Evidentemente el progreso nos lleva a un lugar mejor.
      Califico de despreciable el sistema porque, para garantizar nuestro confort, maltrata a los menos favorecidos.
      Claro que eso tampoco es nuevo. Desde el oro de América al caucho del Congo. Desde los japoneses en china a los ingleses en Australia los poderosos siempre hemos abusado de los débiles.
      La diferencia es que ahora somos testigos de ese abuso en tiempo real.

      Nada ha cambiado pero ahora es más patente y nosotros, somos artífices y títeres de ese sistema que sobrevivimos gestionando la paradoja.

  2. Juan dice:

    Pues si, Darwin tenia razón, mayor rendimiento, mínimo esfuerzo, la ley de la vida proteger nuestros genes y sobrevivir…al final nos acomodamos e intentamos tranquilizar la conciencia, conciertos live (beneficios cobrados), we are the world. pero al final buscamos nuestra seguridad y la de nuestra familia, genes.y, por que no, al final ir un sábado por la tarde con los niños al centro comercial y, mientras tu mujer compra, porque tu no soportas el interior de las tiendas con la calefacción a tope y porque los hombres vamos a piñon fijo…nos llevamos a los niños al cine o la sala de juegos.

  3. iñaki dice:

    Coincido con mikel casal.Un poco de sobriedad no nos vendría mal.Ejercer,siquiera mínimamente autodisciplina,sobre todo en los días en que todo nos sale bien.Privarse de una fruslería te reconforta,creo yo.

    • guille dice:

      sí, opino igual.
      nosotros podemos resistir.
      sin embargo, hay mucho que se nos escapa.
      somos títeres. privilegiados pero títeres, al fin y al cabo.

  4. mikel casal dice:

    Lo bueno es que, aunque parezca que no, algo podemos hacer al respecto. La sobriedad, por ejemplo, puede ser un paso. Quizá mal visto en nuestro entorno gastón y consumista, pero un paso…

Responder a guille:

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