Paisajes
14.08.2014

 

Atlante del Sol

Se fueron las grúas, los morteros y las excavadoras. Quebraron las promotoras. Echaron a los obreros. Incluso imputaron a algún alcalde. Se acabó la fiesta. Los Atila del ladrillo huyeron sin mirar atrás. Por donde pisaron los 500 caballos de sus Porsche Cayenne no volvió a crecer la hierba.

Esqueletos de varilla y hormigón, entrañas de acero y encofrado. Andamios oxidados. Maleza que entra por las ventanas. Carreteras que no llevan a ninguna parte. Un montón de losetas apiladas esperan el momento improbable de ser acera. Es el sur de Lanzarote pero lo de menos es dónde. Los restos del naufragio inmobiliario yacen desperdigados por todo el litoral turístico.

Exploro una urbanización con alcantarillado, red de agua potable, mobiliario urbano, farolas, señales de tráfico, pasos de cebra y hasta carril bici. Un barrio enorme, totalmente equipado, al que sólo le falta algo. Las casas. La crisis les pilló antes de edificarlas.

Una valla descolorida anuncia hipotecas de una Caja de Ahorros que ya no existe. Todo en esta urbanización fantasma desprende una sensación de provisionalidad. Todo amenaza con quedarse para siempre.

Cimientos. Cemento. Cementerio. Paisaje de hierro forjado y bloques de hormigón. Imagen de marca de un país para millones de turistas europeos. Monumento a la impunidad, a la prepotencia, a la recalificación. Recuerdo indeleble de una época de excesos en la que todos parecíamos ricos.

Y al final, era sólo fachada.

 

Publicado en El Diario Vasco el Domingo 25 de Agosto de 2013.

Foto.- Hotel Atlante del Sol. Inacabado y abandonado 1970 en un paraíso natural. Aún en pie.

1 comentario:

  1. iñaki dice:

    ¡Que tristeza!Stop.

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