Mayo
05.05.2013
La parroquia de San José de Romo, en la la ciudad vizcaína de Getxo, ha tomado una polémica decisión. A partir de ahora, los niños sólo podrán hacer la primera comunión en traje de calle. Y, lo que es peor, las niñas también. Como si fueran cristianos en la clandestinidad. No contentos con esto, los curas han prohibido hacer reportajes fotográficos y grabaciones de vídeo.
Getxo amanece gris los domingos. Ya no brillan los cordones dorados ni los botones de ancla. Ya no te cruzas con vaporosos vestidos inmaculados y las Princesas de Organdí despiertan de su sueño rebajadas a Cenicientas del Zara.
Habla el púlpito y tiembla el mercado. Porque esta medida afecta, sobre todo, a la economía. Si se extiende el efecto Romo será la ruina de modistas, hosteleros y Cofidises. Hagamos números: Quinientos euros por un vestido de una puesta, mil seiscientos de langostinos, la peluquería, la sesión de fotos, las estampitas y los regalos… De media cada comulgado sale por unos dos mil quinientos euros. Ya veo a los alcaldes celebrando comuniones por lo civil para salvar el mes de Mayo.
Es una lástima. Corremos el peligro de que este importante acto social se convierta en un simple rito religioso. Afortunadamente, Romo es sólo es un caso aislado. La mayoría de la iglesia y de esta sociedad prefiere que padres y niños sigamos cerrando los ojos en el momento de comulgar.
Este mes casi cuatro mil niños guipuzcoanos pasarán un bonito día de fiesta y regalos. Es extraño. La mayoría de ellos tardarán años en volver a una iglesia y muchos nunca llegarán a tomar su segunda comunión.
Y, eso que, a partir de la primera, las demás s0n gratis.
Publicado en El Diario vasco el Sábado 13 de Mayo de 2006.
Foto.- Sagrado Corazón y peces. Vivienda en La Habana, 2005.
Qué gracia Iñaki, hoy domingo el Diario Vasco publica lo que comentabas hace días sobre las comuniones en el Goierri con túnicas blancas, con trajes facilitados por las parroquias a cambio de 45 euros de alquiler, para cubrir la tintorería y los arreglos.
Vamos, igual que hacen los colegios con los trajes de los niños que salen en las tamborradas.
Y es que, al fin y al cabo, se trata de ir disfrazados por un día, ¿no?
Yo lo veo así. Da igual disfrazarse de militar o de monje/a de religión católica. Lo primero, si lo piensas, creo que es aún peor (soy agnóstica pero aún más anti-bélica).
Así que, para los que quieran que sus hijos hagan la primera comunión, siendo creyentes de verdad, la opción del Goierri me parece la mejor, por humildad, igualdad, sobriedad, no ostentación, etc…
Y los que quieran sólo una fiesta, comer en familia, regalos para sus hijos, reportajes fotográficos o cualquier otra celebración festiva, pues que monten una fiestuqui divertida, y que se pongan guapos o disfracen a sus hijos de lo ellos que quieran (incluyendo el disfraz de princesa, marinero, o cualquier otro que les guste a los niños y les resulte vistoso).
Sólo es una opinión, ¿eh?, que nadie se me moleste por favor.
Muy bueno Guille. Sobre todo lo de “Corremos el peligro de que este importante acto social se convierta en un simple rito religioso”.
Que no se me ofendan los creyentes, por favor, ni los católicos, apostólicos y romanos. Mis respetos a la adhesión personal o libre que cada uno decida practicar.
Yo es que no “comulgo” con las religiones.
Con ocho años, eso sí, acepté hacer la comunión con un triste hábito de monja y una humilde cruz de madera, junto a mi hermano que iba de monje e idéntica y simple cruz. Cosas de mis padres, creo que por lo de no aparentar y porque les parecía una tremenda gilipollez dejarse un dineral en los trajes no siendo practicantes ellos tampoco. Claro que, el festín familiar no nos lo quitó nadie, ni los regalos, por supuesto.
A mi hija, en cambio, le dije que si lo que quería era una fiesta y un vestido mono, no había ningún problema, reunía a la familia o a sus amigos, y se la daba. Pero que lo de comulgar… mejor lo decidía ella misma cuando fuera más mayor o le diera la gana. Y hasta hoy.
Abrazos, tanto a los católicos como a los agnósticos.
Yo también fui de fraile, con una cruz de madera.
Es barato y el look es muy piadoso.
Yo también soy agnóstico pero, a diferencia de la curia, respeto las creencias/no creencias de todos.
Eso sí, si quieren que les tomemos en serio que se tomen en serio, primero, ellos a sí mismos.
un beso.
Que razon tienes…..para que hacer la comunion sino….no?
Pues sí, ¿ para qué sino ?
Getxo ya no es lo que era!
De todas formas seguro que las iglesias tirando pa´neguri no copian esta medida y continuará la dura competencia de las madres y abuelas para demostrar que su nieto ha llegado mas alto en el escalafon naval o que su nieta merece un castillo mas grande que Blancanieves en Eurodisney.
Por el bien de la Iglesia espero que Mayo siga siendo un gran carnaval de Princesas y Almirantes.
A la gente le gusta soñar con ser carne del Hola y las ceremonias religiosas son su mejor coartada.
¡ Saludos Jon !
Bueno, en Ordizia, hace años que l@s comulgantes acuden ataviados con unas túnicas facilitadas por la parroquia.Aunque no soy practicante, creo que es una medida igualatoria.
Saludos iñaki,
Claro que es mejor eliminar o reducir los signos externos de prestigio, poder o riqueza en las ceremonias religiosas. Eso sí, en estos tiempos superficiales, cómo den a César lo que es del césar y expulsen a los comerciantes del templo, se quedan sin clients. perdón, quise decir ” sin fieles “