Agua
27.04.2014

 

Tereftalato de Polietileno

Un metro cúbico de agua cuesta, aquí, 1,05 euros. En una gasolinera, o en cualquier máquina, un botellín de 0,5 L cuesta más de un euro. Milagros del consumismo, por el precio de medio litro de agua embotellada puedes beber mil litros de agua del grifo.

Las ventas de agua de marca han crecido un 70 % en los últimos 15 años. Son tiempos extraños. Parece que a la gente no le gusta beber la misma agua que utiliza para vaciar el retrete.

El agua del grifo tiene un problema de marketing. Para empezar, el nombre. Agua corriente. No, no se llama así porque sea vulgar sino porque tenemos la suerte de que corre sin fin. En realidad es extraordinaria. Sube sola hasta casa, la disfrutas con sólo mover un dedo, es igual de sana y está tan controlada o más que las aguas privadas. El agua corriente es tan poco corriente que la mitad de la población del mundo no tiene acceso a ella.

Un litro de agua embotellada cuesta unos 15 céntimos. El 70 % del precio es la botella. El 8 % el tapón, la etiqueta y el propio agua. Un 10% corresponde al transporte y otro 12 % son  gastos de personal. El recipiente es caro pero éste sólo es el principio de su coste:

Hacen falta 10 litros de agua para fabricar una botella de 1 litro y sólo una de cada seis botellas se recicla. El resto acaba en zonas públicas o, en el mejor de los casos, en el vertedero. Cada botella tarda 700 años en descomponerse. Cada año se consumen en el estado 5000 millones de botellas de plástico.

Cada vez que tiramos una botella de plástico éste es el mensaje que estamos dejando en su interior.

 

 

Publicado en el Diario Vasco el Domingo 20 de Abril de 2014.

Foto.- Tereftalato de Polietileno.- Venecia,  2013.

2 comentarios:

  1. Mireia dice:

    Me encanta….
    Y soy de las que bebo agua corriente.

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