Lavadoras
20.10.2013

 

DSC03511

Cuando compro productos fabricados aquí el fabricante de aquí obtiene más ingresos. Si hay más demanda del mercado la empresa aumenta su producción. Para poder producir más crean nuevos puestos de trabajo. Estos nuevos trabajadores tienen más capacidad de consumo y compran nuevos productos que reinician la cadena. A su vez, los fabricantes ganan más y pagan más impuestos. Las instituciones recaudan más y redistribuyen la riqueza  pagando educación, sanidad y otros servicios públicos.

Cuando compro Lowcost consumo productos fabricados en países llamados “ en vías de desarrollo”. Son más baratos porque los fabricantes no respetan los derechos de sus trabajadores, no pagan impuestos o no contribuyen al bienestar social. Comprándolo promuevo o, por lo menos, justifico un modelo que utiliza  la explotación y la desigualdad como ventaja competitiva.

Hasta hace 20 años esos productos se fabricaban aquí . Ahora nuestras empresas ya no pueden competir con ellos. Dejan de crear empleo y de producir riqueza. Pagan menos impuestos, nuestro gobierno recibe menos dinero y reduce sus servicios sociales.

Si compro productos de aquí el mercado interno se fortalece. Cuando no compro lo que se produce aquí el mercado se debilita, yo tengo menos dinero y consumo Lowcost. Pago menos por lo que adquiero pero provoco que a mí me paguen menos y contribuyo a destruir  mi puesto de trabajo.

Cuando compro una lavadora no sólo comparo prestaciones. Estoy tomando decisiones políticas y sociales.  Eligiendo un modelo económico para el mundo. Decidiendo qué tipo de sociedad quiero para mi pueblo y para mi gente.

 Publicado en el Diario Vasco el Domingo 20 de Octubre de 2013.

 Foto.- Flecha de Carros.- Boredaux.

20 comentarios:

  1. los chinos fabricando todo y matando a su pueblo con la contaminación

  2. Nacho Parra dice:

    Bien Guille! Con este blog podremos seguirte más fácilmente los que nos hemos pasado al consumo de medios “low cost” abandonando el papel por los unos y los ceros. Así mi madre ya no tendrá que recortarme la columna del periódico como hace 20 años (ya sé que también sale en la versión digital pero es tan complicao encontrarte que así mucho mejor)

    Estoy de acuerdo en lo que dices en el artículo y que algunos, varios, consideran como una pata más para la recuperación económica, pero estoy de acuerdo solo a medias. O estoy de acuerdo pero con matices.

    Comprar productos de una zona en concreto puede ayudar a la economía de dicha zona, pero irremediablemente empeorará la de otra. Si dejo de comprar pelotas de ping-pong de Asteasu y empiezo a comprar las de Jodpur en la India, la empresa de Asteasu se verá afectada, quizá tengan que cerrar y vendrán todas las consecuencias de las que hablas.

    Si un tiempo después, convencido por la movimiento localista, dejo de comprar las indias y vuelvo a las de Asteasu (si es que no han tenido que cerrar ya) la economía de la empresa mejorará, la de sus empleados también (aunque esto no sé si me lo creo) y el estado recaudará más y lo invertirá en nosotros (esto ya no me lo creo en absoluto).

    ¿Pero qué pasará con los de la empresa de pelotas de Jodpur? ¿Cerrará? ¿Les empezarán a pagar en vez de 1$ la hora 1$ al día? ¿Tendrán que volver a la indigencia? Pues que vuelvan, pero yo no estaré justificando su mierda de sistema con mi dinero.

    Si pensamos en cómo el gasto puede repercutir en nosotros el camino a seguir está claro. Si pensamos en cómo el gasto puede ayudar a la economía global y con ello a las personas más desfavorecidas la decisión ya no es tan sencilla.

    Apoyo la corriente que nos enseñas. Pero después de pensarlo mucho. Al principio creí que la batalla del dilema la había ganado la parte nacionalista o identitaria del cerebro. Aunque ahora sé, desde mi humilde ignorancia, que la ganó una parte mucho más primitiva que nos impulsa a mejorar lo que tenemos cerca, lo que vemos y por lo tanto nos toca y nos afecta, más que a mejorar lo lejano que nos es distante y tiene menos capacidad de afectarnos (física y psicológicamente).

    Cuando puedo compro productos de mi tierra o de las tierras cercanas a ver si así les va mejor a mis paisanos. Sin el egoismo de si repercutirá en mi y con el egoismo de a los de aquí sí y a los de allí no. Y al final no quedo satisfecho del todo porque me siento responsable de un mal que debían solucionar los de arriba y solo lo intentamos los de abajo.

    Prometo que en el próximo artículo me dedicaré a leer y no a dar el coñazo.

    Un saludo flaco!

    • guille dice:

      hola nacho.
      ¡cuánto tiempo!

      1. me alegro de que hayas encontrado el blog. en la edición digital es difícil que me encuentres.
      esa sección, sorprendentemente, es de pago.

      2. por favor, sigue escribiendo que en eso consiste el blog. en iniciar debates y seguirlos.

      3. te contesto.
      no propongo un nacionalismo, patriotismoo proteccionismo comercial.
      sólo intentar hacer ver que nuestras decisiones de compra tienen consecuencias.

      no conozco el mercado de pelotas de pingpong pero te pongo otro ejemplo.
      por hablar de algo familiar con nuestro mercado, la publicidad.

      en el sector publicitario españa ha brillado en el mundo por su creatividad.sin duda, mucho más que francia.
      sin embargo, francia tiene hoy 3 multinacionales publicitarias. impresiona pasear por NY y encontrarte el rascacielos de Publicis.

      españa ha sido terreno abonado para las multinacionales que han absorbido todas las agencias independientes.
      el estado, principal anunciante público y las grandes empresas españolas siempre han primado a las multinacionales americanas y francesas.
      En Italia, la principal agencia es italiana. en alemania Mercedes o BmW trabajan con agencias alemanas. en francia es casi imposible que un ministerio ceda su cuenta a una agencia que no sea francesa.pero es igual de imposible que orange, peugeot o renault den su cuenta en concurso a una agencia no francesa. ni en su país ni fuera.

      Para que un mercado se desarrolle, en este caso el publicitario, necesita la confianza de sus clientes.Y, sin embargo, nuestro sector no ha llegado a nada a pesar de su brillantez.

      No se trata de crear una autarquía. no es blanco o negro. En igualdad de condiciones comprar productos locales. Es más sostenible,más solidario y más rentable. Es fomentar un círculo virtuoso en el que consumidor, productor e instituciones se retroalimentan.

      Y por cierto, yo sí creo en los impuestos y el estado del bienestar por lo menos aquí, en el país vasco. y ya te imaginarás que me suele tocar a pagar.

      en fin, la realidad tiene muchas caras pero, en algunas, creo que toca definirse.

      ¡ abrazo nacho !

      • Nacho Parra dice:

        Touché. Tienes toda la razón en el ejemplo que pones. Cuando yo trabajaba en Euro RSCG, que aunque la central la tiene en NY es de origen francés, muchas grandes marcas del país vecino las llevábamos nosotros. Y no creo que fuera precisamente porque fuéramos unos genios de los concursos sino más bien por lo que comentas…

        • guille dice:

          Durante el franquismo España vivió una autarquía y creo que es la razón de que ahora se vea con malos ojos comprar producto de aquí.
          Recuerdo una tertulia en la SER, en 2009, al comienzo de la crisis.Una tertuliana comentó que esas navidades habría que hacer gestos con la economía local como, por ejemplo, comprar juguetes de la comunidad valenciana, principal zona de producción en españa. El resto de tertulianos se le echó encima apelando a la libertad de elcción y en contra de políticas coercitivas.

          En otros países de Europa es distinto. Hoy te escribo desde Oxford. Los supermercados están llenos de productos que hacen gala de ser british. hasta el burguer king aclara que la carne de sus hamburguesas es irlandesa o inglesa…

          ¡ saludos !

  3. jose ramon camprubi dice:

    GUILLE, si te comes un Canard en el Restaurante la Tour d’Argent te dan una postal con el numero del ave que te has comido,yo tengo el numero 1108553(demostrable<), esto tiene algo QUE VER CON EL MIKADO,ACLARAMELO PUES ,desde el Mediterraneo tengo dudas si influye sobre mi tarjeta de credito

    • guille dice:

      Tiene que ver con el mikado si te has comido una brocheta de corazones de pato ensartados en un palillo largo.

      en cuanto a la tarjeta de crédito. restaurantes económicos como la tour d?argent suelen contribuir a quitarle el brillo a tu ViSA carte d’or.

      Siempre que pagues tú, claro…

      ¡ abrazo !

  4. urtxi dice:

    ¡Aupa, Guille!

    Buena reflexión. Buena y clara frente a triunfalistas mensajes macroeconómicos. Claro que el asunto es profundo y con muchas aristas. El otro día, Rajoy se fue a Japón para vender marca España, y lució como gran atributo la bajada de salarios del tejido productivo español. Ese es el modelo vergonzante al que nos pretende aproximar. Trabajo barato como símbolo de excelencia. Y no se trata de ningunear a los países del sur. Al contrario, también ellos generan materias primas y buenos productos que nosotros invisivilizamos o desvirtuamos en su comercialización para nuestro exclusivo beneficio. Las desigualdades son obvias, y no somos precisamente los más perjudicados… todavía. Las grandes corporaciones mandan en el mundo, ponen y quitan, hacen y deshacen, por arriba y por abajo. Las Telecos se imponen sobre la legislación UE en la aplicación del roaming como si fuera lo más normal. Los políticos agachan la cabeza e impulsan reformas laborales que reducen salarios y derechos al tiempo que mantienen los precios al alza. El problema es serio, pero todavía no nos hemos enterado o no queremos hacerlo. Sin darse cuenta, los neocon se apropian de la teoría progresista del decrecimiento (producir menos, consumir menos, respetar a la tierra y ser todos más iguales)pero alterando algunas variables que nos llevan al carajo en vez de hacia a la igualdad. ¡¡¡Abrazos insurgentes!!!

    • guille dice:

      Hola urtxi ,

      me tranquiliza que esta columnilla se pueda entender también desde ese punto de vista.

      me daba miedo que pareciera una apología autocomplaciente de “vivalonuestro” y, desde luego, no pretendía serlo.

      Por lo demás, totalmente de acuerdo con tus opiniones.Si eso es insurgencia, ¡ apúntame, por favor !

      ¡ un abrazo muy fuerte !

  5. Oier Fano dice:

    PD. En cualquier caso, la columna me había gustado, como el 95% de las veces. Solo que -modesta opinión- en una semana como esta, me ha dado más por pensar en lo que señalo arriba. Anyway, ya te digo que me recuerda mucho tu ejemplo al citado libro, que para comprender los basics de micro y macroeconomía es altamente recomendable. Fácil de leer y además divertido -todo lo que ridiculiza las tesis populistas de un político tiene la alfombra roja en la estantería de mi casa-. Ahora sí, agur!

  6. Oier Fano dice:

    Cuando compro “highcost”, consumo productos fabricados en países que dan gran importancia a la investigación, innovación y el desarrollo, entre otros.

    Son más caros. Porque son punteros, la demanda de sus productos es desbordante al marcar diferencias en su sector. Esto es consecuencia de que sus fabricantes no estén anclados en el pasado ni en la idea de que lo que funciona durante una década va a funcionar toda la vida. Sus trabajadores reciben formación continua, pagan parte de los impuestos que recaudan en políticas de desarrollo -intelectual, industrial, educativo- y además contribuyen al bienestar social.

    Comprándolo y pagando más, evito engorrosas llamadas al servicio técnico en un futuro. Ya que: o no es necesario reparar el producto, que es del máximo nivel, o la empresa, enmarcada en esa idiosincrasia en la que prima la calidad y el cliente, me atiende como a un rey y me soluciona el problema en un santiamen, mitigsndo las molestias de una eventual avería.

    Hasta hace 10-15 años esos productos se fabricaban aquí. Ahora nuestras empresas ya no pueden competir con los países que más invierten en Innovación y Desarrollo. Dejan de crear empleo y de producir riqueza. Pagan menos impuestos, nuestro gobierno recibe menos dinero y reduce sus servicios sociales -pero no la inversión en I+D, que se mantendrá estable en un redondo cero-..

    Si mi territorio está a la altura de los países más avanzados, el mercado interno se fortalece por pura inercia, porque en el mundo globalizado en el que vivimos, liberado de aranceles, lo que importa es ser competitivo a secas. Si lo consigues, la demanda interna será anecdótica, un eslabón reemplazable y casi decorativo de la imparable cadena productiva.

    Cuando apelo a la compra de productos peores, pero de casa, para salvar a empresas que antaño eran punteras a todos los niveles, es que estoy obviando varios de los problemas que han convertido al tejido industrial de mi territorio o país en menor. En actor secundario.

    Cuando voto cada cuatro años no solo elijo un alcalde o un lehendakari o presidente de Gobierno. No solo voto izquierda o derecha. Voto una manera de adaptar la realidad económica y social a los nuevos tiempos o voto una manera de mirarme el ombligo mientras pregunto al espejito mágico si hay alguien más guapo que yo. Eligiendo un modelo económico para el mundo. Decidiendo qué tipo de sociedad quiero para mi pueblo y para mi gente.

    El problema es importante cuando entre los aburridos titulares de prensa previos a unos comicios, ninguno de los conceptos anteriormente señalados son desarrollados más allá de cuatro tópicos de tres al cuarto que al día siguiente se van por donde vinieron.

    Como comentario adicional, señalar que el capitalismo es lo que tiene. Por cada 50.000 nuevos pobres hay un nuevo rico, y por eso el crecimiento de ambos es inversamente proporcional. En los últimos años, y aunque parezca un oximoron, ha credido el número de ricos y el número de pobres. Se debilitan gigantes como Microsoft o Nokia al tiempo que Apple es cada vez más poderoso.

    Es un debate extensísimo que no se puede simplificar, como te he leído en facebook. Sin embargo, dentro de los cientos de matices y peros que ofrece cada columna, la tuya y la mía… Me quedo con la mía. (Porque es la de casa, y así contribuyo a… XD).

    Un saludo,

    Fano jauna

    • guille dice:

      Fano Jauna,

      tal y como comentas es un debate poliédrico y cargado de matices.

      Con mi columna no pretendo alentar el ” nacionalconsumismo “. Tan sólo recordar que nuestras decisiones cotidianas, nuestro consumo, provocan un sinfín de reacciones causa-efecto.

      Tú incluyes un matiz más , el de comprar productos ” peores ” por el mero hecho de ser de aquí. Yo me conformo con alentar el consumo de productos cercanos cuando haya igualdad de prestaciones y precios. Creo que ese sería el caso de las lavadoras Fagor que están en un rango muy similar al de una decena de marcas europeas.Otra cosa es que partamos del prejuicio de pensar que son peores por ser de aquí…

      No todos los países europeos tienen la misma actitud en cuanto a primar el producto propio o el de fuera. Esa actitud no depende sólo de indicadores ” objetivos ” como calidad o precio. Importan más factores culturales de cada país. Orgullo, pertenencia, autoestima…

      Se cuenta una anécdota en Europa. Dicen que , a la hora de elegir entre varios productos, un francés compra uno francés, el español compra cualquiera que no sea español y el alemán compra, simplemente, el mejor.

      Lo siento pero, a día de hoy, no sé en qué casillero colocar a los vascos…

      Saludos.

      • Oier Fano dice:

        Buenas de nuevo. Comprendida tu respuesta y de acuerdo. Cuando se trata de queso, entra siempre Idiazabal en mi nevera. Cuando se trata de patatas fritas, Sarriegui. El día que necesite una flota de autobuses, compraré Irizar, sin escatimar, y que me tapicen de cuero los asientos. Cuando compre una tele, seguramente compre una Panasonic. A Igualdad de condiciones, es un poco absurdo no primar el producto de casa por lo que comentas -parece un ejemplo del libro Economics in one lesson (muy recomendable) de Henry Hazlitt-.

        De todas formas, me reafirmo en que el juego del Rey Desnudo o el Espejito Mágico -espoleado por el orgullo y la pertenencia- tiene el peligro de autocomplacerse sin mirar fuera de tus fronteras. Y en los días que corren, la ola es tan grande que en cinco años puedes ver un imperio ahogarse como una moneda de euro en medio del océano.

        Un ejemplo en ese sentido -aunque no guarde relación con el dramático hundimiento de Fagor- es cómo el agujero negro de internet se está tragando negocios hasta la fecha estables, por ejemplo, los videoclubes -solo ha sobrevivido Euskal Bideo en SS- o parte de la prensa tradicional -a la que de momento ha dejado como la manzana de Apple, mordida-, etc. Adaptarse o morir engullido por el capitalismo más exacerbado, que es lo que estamos viviendo en estos días.

        Buen día y salud!

        • guille dice:

          Una vez más estoy de acuerdo.
          La realidad tiene demasiadas caras como para retratarla en 1220 caracteres.
          Pero si ha servido para que charlemos un rato, me doy por satisfecho.

          gero arte oier

          ¡ Gora idiazabal !

  7. Joseba dice:

    Los tiempos han cambiado mucho. Los consumidores podemos ser protagonistas para identificar a las empresas que dan valor a la sociedad en la que vivimos y ser proactivos en su mantenimiento. Pensar que las empresas son ajenas a nuestros intereses como sociedad es un gran error. Fagor, una cooperativa de trabajadores, nos ha puesto una vez más frente a esta evidencia. Para elegir un producto hay muchos criterios a considerar y uno de ellos debería ser que su producción beneficia la economía de nuestra sociedad. Pero esto nos exige RSP (Responsabilidad Social Personal) y esta crisis nos debería enseñar a promoverla en muchos aspectos. Siempre he mantenido que mucho antes y más importante que la responsabilidad corporativa es la personal, porque las empresas son personas. Pero esta responsabilidad social personal nos afecta a todos/as, allá donde estemos e independientemente de la estructura social que creemos. Por lo que no podemos echar balones fuera. Y este gesto si que mueve muchos palillos en nuestra conducta social.

    • guille dice:

      De acuerdo, Joseba.

      Los publicitarios nos hemos preocupado de diseñar un tono de voz para las marcas pero eso es sólo maquillaje.
      Desde ahora más que por las palabras – o la forma de pronunciarlas – las marcas serán evaluadas por sus actos.
      Y en eso, la información que nos brinda internet es determinante.
      Podemos no ver lo que ocurre pero será sólo porque no queremos.

  8. guille dice:

    Aclaración del autor:

    éste es sólo uno de los muchos puntos de vista posibles tras el pre -concurso de acreedores de Fagor electrodomésticos.

    Es muy difícil resumir en este espacio un tema tan complejo y es fácil caer en la simplificación.
    Es un tema “ Mikado “. Recoges un palillo mueves 3 más.

    No podemos bajarnos del tren de la globalización pero debemos ser conscientes de que nuestras compras tienen consecuencias internas y externas.

    Votamos cada 4 años pero hacemos elecciones todos los días.
    La tarjeta de crédito ha sustituido a la papeleta de voto.

Responder a guille:

Rellena estos datos y envía tu comentario:

(*)

(*) (no será publicado)

* campos obligatorios