Apostar
02.02.2015
Nos hemos convencido de que es imposible ganar dinero trabajando así que hemos optado por perderlo jugando. En apenas 3 años, el juego online se ha convertido en la segunda ludopatía del estado con más adictos. Apuesto a que hay más gente indignada pero, por ahora, no veo a ningún gobernante preocupado.
El próximo gol, el número de córners, los goles durante el partido, la cantidad de tarjetas o los nombres de los goleadores. Hay tantas posibilidades de apuesta como dinero tengas en el bolsillo.
La pasión, los colores, la ansias de victoria. Las casas de apuestas usurpan el lenguaje del deporte para atraer a un nuevo mercado. Jóvenes que se aburren con la ruleta o las tragaperras pero que están locos por el fútbol.
Las radios y los diarios deportivos han metido el juego en el salón de casa. Los locutores se olvidan de contarme el partido para insistirme, con demasiado entusiasmo, de lo fácil que es ganar dinero con WilliambetinterwinfairwettenHill365. Las casas de juego me regalan la primera apuesta, la primera calada, para incitarme a probar. En el intermedio Nadal y Ronaldo me animan a jugar al póker online.
En otros lugares, apostar también significa depositar la confianza en una persona, idea o iniciativa que implica cierto riesgo. Sueño con vivir en un país que apuesta por la juventud, los emprendedores o la innovación. Después, cuando me despierto, compruebo que vivo en uno que prefiere gastarse el dinero en apostar quién ganará el Barcelona-Villareal de esta noche.
Publicado en El Diario Vasco el Domingo, 2 de febrero de 2015.
Foto.- Poker Truck.- En un mercadillo callejero de Bruselas, 2011.