Ahora
01.04.2014
Los videos de Youtube se cargan en segundos. Las actualizaciones de Facebook son fulminantes. Internet es, cada vez, más rápido. Nosotros, cada vez, más impacientes. Exijo que el texto me enganche en el primer párrafo, la película en los créditos y la canción en el primer acorde. Si no me iré y abriré otra página. Lo quiero aquí, lo quiero ahora y, ahora es ahora. No puedo esperar ni un minuto. Lo necesito ya.
Nos hemos acostumbrado a la gratificación instantánea. Descargamos los libros y las películas desde el sofá. Nos compramos los zapatos en la oficina, sin esperar a salir del trabajo. Hablamos por whatsapp y nos extrañamos si tardan un minuto en contestarnos. Esta constante satisfacción virtual nos llena de ansiedad. Una impaciencia crónica que nos carcome mientras llega el ascensor o el auto de delante finaliza la maniobra de aparcar.
Nuestra impaciencia es digital pero la vida sigue siendo analógica. Los árboles crecen a su ritmo. No amanece hasta que sale el sol. El verano se toma su tiempo en llegar. Luchar contra ello es cargarnos de energía negativa. Crear un malestar que sólo nos afecta a nosotros.
No hace tanto teníamos tiempo. Había pocos planes y nos sobraba paciencia. Esperar formaba parte de nuestra vida. Hacíamos cola para comprar patatas fritas recién hechas y dábamos la vuelta a la manzana para poder disfrutar del último estreno. Cuanto más esperábamos más crecía el deseo.
Y mayor era la satisfacción.
Publicado en El diario vasco el Domingo, 30 de Marzo de 2014.
Foto.- Mirada Impaciente. Barcelona, 2011.
Hay una técnica muy buena para recuperar esa satisfacción y es utilizar lo inmediato para construir a largo plazo. Utilizar cada pequeña actividad internetera de una manera constructiva es posible. Creo. ¿O no? 🙂
Yo creo que sí. depende de que hagas lo inmediato como parte de un plan ono.
Hay que tener planes… aunque luego no los sigas.
Guille. Llevas una racha de artículos en que todos me encantan para hacer comentarios de texto. ¡Ya podrían leerte los coordinadores de Lengua Castellana y Literatura de Selectividad!
Felicidades por tus textos. Me encantan.
Muchas gracias, Ana.
Eso quiere decir que tus alumnos me estarán cogiendo manía, ¿ verdad ?
¡ Abrazo !