60 minutos.
05.12.2012
La culpa la tuvo la crisis del petróleo. Eso, y aquella comadrona enfurruñada porque se estaba perdiendo el undostrés. El 27 de Octubre de 1974 nació Francisco García Elorriaga. Hijo de Estíbaliz y Andrés. Cuatro kilos y doscientos gramos.
Aquel día de aquel año, la Comisión Europea decidió, por primera vez, adelantar una hora los relojes para ahorrar energía. La comadrona, despistada, no adelantó su Radiant y apuntó como hora de nacimiento las 2:05 h en lugar de las 3:05 h.
Patxi nació, oficialmente, sesenta minutos tarde. Eso ha marcado su vida. Creció entregando tarjetas en el cole: “Señor profesor, Patxi vive con una hora de retraso. Le prometo que no volverá a pasar”. A los tres meses, su madre encargó unas tarjetas de visita con ese texto ya impreso.
Ya adolescente, Patxi se refugió en el fútbol. Convenció a la Real Sociedad para pagar sólo la mitad del abono y vivió segundas partes emocionantes hasta este año, que lo ha dejado. No ha podido soportar tantos partidos perdidos en el minuto 90. El cine siempre se le hace corto, aunque le encanta el final de Titanic y el de E.T.
Al fin, con Esther encontró la felicidad. Era tan tardona que, durante 283 citas, él siempre llegó antes. Pero el día de la boda, cuando llegó a la Catedral Buen Pastor, Esther se había ido y ya estaban casando a una pareja de Hernani.
Escribo esto a las dos y diez en el Café de la Concha mientras como solo. Patxi llegará, a las tres en punto. Puntual, como siempre.
Exactamente 60 minutos tarde.
Publicado en El Diario vasco el sábado 10 de Junio de 2006.
Vídeo. Spot de ETB “ A la Carta” . Desarrollado en Dimensión, en 2011, a partir de este artículo. Rodado por Galder Gaztelu -Urrutia.
Ahora lo entiendo todo, Guille. Gracias.
Voy a ir imprimiendo mis nuevas tarjetas.
sí, pero no llegues muy tarde a la imprenta.
jajajajaja
El próximo día no comas sólo, nos damos un toque, comemos y charlamos…
Bravo por el spot… como siempre. ¿y van?
¡ Hola Juanjo !
Pues sí, quedamos, que yo también tengo ganas de conocerte.
Uno se gana la vida con los audiovisuales pero lo que de verdad me gusta, como a ti,
es eso de las marcas, la construcción a largo plazo y esas cosas que se están pasando de moda.
Cuando quieras hablamos. Abrazo.
Hola guille y guillefans,
Llevo no sé cuántos minutos disfrutando de este absolutamente innecesario blog… y tengo la sensación de llegar no horas, sino semanas o meses tarde.
Ahora se me hará más breve la espera de la columna dominical.
Bienhallado.
Hola Ernes.
Gracias por tus palabras.
No llegas tarde. El blog lleva poco más de un mes en marcha.
Lo voy rellenando con artículos viejos y, poco a poco, iré incorporando los últimos.
A pesar de trabajar como publicitario aún no he encontrado la forma de comunicarlo a los lectores del Diario Vasco.
Antes la columna aparecía en la edición digital del diario pero ahora ese contenido es de pago.
No creo que sea mucho negocio cobrar por mis columnas pero a mí me han cerrado la posibilidad de promocionarla ahí.
¡ Saludos !
Ja,ja… Quien no tiene un amigo con esta “encantadora” virtud.
Mi amigo Juanjo Legarda me contó que un amigo suyo, y mío, del que no revelaré el nombre, había nacido 15 minutos tarde
porque llegaba con ese retraso a todas partes. Esta columna comenzó ahí.
Para mí se puede ser impuntual y despreocupado o puntual y preocupado.
Yo soy de la peor especie. Impuntual – no mucho – y preocupado. La mezcla es un desastre porque llego tarde pero sufro por ello.
Un impuntual ” comme il faut” jamás debe sufrir por llegar tarde.
Ese debería ser el primer requisito para ser admitido como miembro de la Asociación de Impuntuales.
¡Qué bueno! , el spot de ETB me encantó. No sabía que era una peli con “guión adaptado”.
Claro que está permitido plagiarse a sí mismo, y por supuesto, reciclar una buena idea.
Muy ingeniosa la historia de este pobre “retrasado”.
Gracias por repescarla para quienes nos la perdimos en papel hace unos años.
No sé si está muy bien eso de cobrar dos veces por la misma neurona.
Bueno, al fin y al cabo, muchas ideas de los publicitarios son producto de una digestión tras nutrimos de columnas,
películas y ocurrencias de otros.
No es la única columna que, después, he convertido en spot.
También reciclé otra sobre las banderas de la Real sociedad que se cuelgan en los balcones.
Fue un trabajo para Keler y, con perdón, quedó muy bien.
La colgaré un día de estos.
Abrazo.