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04.07.2016
Ni la nitidez binaria del CD ni la comodidad de iTunes podrán superar nunca el efecto hipnótico que despierta un disco de vinilo girando sobre si mismo. En tiempos de iTunes y Spotify, en esta era aséptica y digital, el LP es una reivindicación de la música hecha a mano.
Todo oscuro objeto de deseo conlleva un ritual fetichista. Extraer el disco de su funda de cartón. Cogerlo por los extremos con la única ayuda de los dedos y encajar el orificio en el eje de metal. Retirar el polvo, acariciar su piel negra con un paño de terciopelo. Desplazar con delicadeza el brazo y dejarlo caer con suavidad sobre la superficie estriada. Comienza el milagro. Que la aguja haga camino apoyándose suavemente en las notas.
La aguja surca el mar negro en un viaje orgánico, impuro, golpeado por las olas. Una travesía en espiral, desde la periferia hacia el centro, que embarranca a sólo un centímetro de la orilla de papel, en un repiqueteo acompasado, a la espera de que un dedo rescate el brazo arrastrado por la marea.
One, two, tres, cuatro. Todo disco de vinilo esconde un poco de música en vivo, recién hecha, entre sus surcos. El chisporroteo de fondo es un instrumento más, el lamento que provoca la punzada de la aguja contra la piel estriada. Hay contacto, rozamiento, fricción. Se aprecian las partículas de polvo, el humo, el bourbon y restos de Muddy, de Billie, De John Lee y de New Orleans.
Elogio de lo imperfecto. Homenaje a un sonido vivo, sucio, frágil, cálido como el rugir de las entrañas. Como el latido que golpea desde dentro y es música de la vida.
Publicado en El Diario Vasco el Domingo,3 de Julio de 2016.
Foto.- Surcando el mar negro. NY, Diciembre 2015.
Comparto.Pero, al menos en clásica,un buen vinilo tiene una sonoridad superior a CD´s.Estos últimos suenan más planos.abrzt.
Creo que, en general, los vinilos suenan mejor que los CD en casi todos los estilos musicales.
Y, además, los CD de la última década suenan mucho peor que los anteriores.