Y sin embargo…
14.05.2013

 

Botiga. Tienda. Shop.

 

Esta semana ha muerto Daniel Gold,creador de los Todo a 100 y precursor del LowCost. Esta semana los muertos de Bangla Desh han superado los 1000.

La idea de las tiendas de Todo a 100 surge de la necesidad de liquidar viejos stocks y productos de difícil salida. Sin embargo, el éxito y la ambición provocó una demanda de productos baratos y propició el éxito del Made in China.

China aún es comunista. Sin embargo, sus gobernantes explotan a sus obreros y tiran los precios para lograr contratos de las grandes marcas occidentales.

Los precios de compra de las grandes marcas fomentan el esclavismo. Sin embargo, no se sienten responsables de que sus proveedores abusen de los trabajadores.

Un obrero chino cobra 32 dólares al mes. Sin embargo, las marcas se han ido a Bangla Desh porque allí cobran aún menos.

Decimos que Europa está en crisis. Sin embargo llamamos países emergentes, o en vías de desarrollo, a países sin los derechos sociales básicos.

Los obreros de estos países cobran salarios miserables. Sin embargo ganan más que en su anterior trabajo, en el campo, recogiendo arroz.

Los productos son baratos porque se fabrican en países sin derechos laborales. Sin embargo ya nadie fabrica aquí porque nuestros derechos laborales encarecen los productos.

Presumimos de comprar una camiseta por 7 euros. Sin embargo no pensamos que, para ello , alguien debe fabricarla por 1 euro.

Compramos Low Cost  porque sale barato. Sin embargo, a la larga, sale muy caro que aquí se cierren fábricas y bajen nuestros salarios.

Las empresas de países emergentes fabrican barato  porque no cotizan para mejorar el bienestar social de su país. Sin embargo, si queremos mantener el bienestar social de nuestro país, deberíamos seguir produciendo aquí lo que otros fabrican más barato.

En Occidente somos conscientes de que nuestro estilo de vida consumista promueve la explotación de trabajadores en otras zonas. Sin embargo nadie está dispuesto a renunciar a las ventajas de la vida Low Cost.

Somos víctimas y culpables de nuestras contradicciones. Estrenamos ropa limpia. Escondemos los trapos sucios. No hay boicot ni manifestaciones ni embargo.

Y, sin embargo, el que esté libre de este pecado que tire la primera prenda.

Publicado en el diario Vasco el Domingo 12 de Mayo de 2013.

Foto.- Botiga, Tienda, Shop y flecha. Museo picasso. Barcelona, 2012.

4 comentarios:

  1. susana dice:

    Buena reflexión histórica, Guille. Y sí, los ciclos y burbujas se repiten.
    De todas formas, en el ejemplo que pones del trabajo infantil, y que me parece de los más tristes y denunciables, algo podremos hacer, aunque sea para compensar el hacer la vista gorda como dices.
    Tú, por ejemplo, escribir sobre ello para sacudirnos a todos las conciencias.
    El resto, por ejemplo, ¿apoyar más a proyectos como los de Unicef?
    Bueno, en cualquier caso y aunque sea a otro nivel respecto a los países menos desarrollados, los excesos y “alegrías” de otros tiempos ya los estamos pagando ahora, con una crisis de la que algo espero que aprendamos todos.
    Tú sigue dando caña de vez en cuando. Que algo seguro que queda 😉
    ¡Buen finde a todos!

    • guille dice:

      Hola Susana, no pretendía dar caña.
      No puedo erigirme en juez de nada porque soy tan culpable como el que más.
      Tan sólo intento propiciar que pensemos un poco sobre las contradicciones de nuestro modo de vida.
      O reflexionamos de vez en cuando o acabamos quejándonos de todo y sintiéndonos víctimas.

      ¡ Un beso fuerte !

  2. susana dice:

    No compro en chinos, nunca lo he hecho, porque sé que quitan trabajo al comercio local y deterioran la economía nacional.
    Pero sí compro en Zara y Mango, que para el caso, lo mismo da (Mango ha reconocido tener un proveedor en el edificio derrumbado de Bangla Desh con cientos de muertos y heridos).
    Así que no seré yo quien tire la primera prenda.
    Por otro lado, sé también que ambas grandes y multinacionales empresas dan trabajo a mucha gente en nuestro país…
    Pufff, otra contradicción a resolver.
    Estoy de acuerdo, la globalización y el consumismo nos esclavizan y, muchas veces, son un asco (Me encantaría descubrir otras ciudades en el mundo que no tengan aún Zaras y Mangos).
    La cuestión es hasta dónde estamos dispuestos a renunciar a todas las comodidades, caprichos y “ahorros” que nos ha dado este tipo de economía.
    ¿Tienes tú la respuesta o la medida buena, Guille?
    Gracias por publicar esta bonita columna mata-conciencias 😉

    • guille dice:

      Claro que no tengo respuesta ni buena medida, susana.

      Es más, hace tiempo que creo que la vida no es una ciencia exacta y no todos los problemas tienen solución como si se tratara de una operación matemática.

      Vivimos intentando gestionar las paradojas del día a día. ësta es una de las nuevas contradicciones
      que nos ha traído el estilo de vida globalizado. Hace siglo y medio, en plena revolución industrial, los niños de los arrabales de Londres trabajaban 16 horas al día, 7 días por semana, para que la burguesía pudiera mantener su status de vida. Aquello trajo revoluciones, movimientos obreros, marxismo, estado del bienestar, clase media, aburguesamiento, burbuja y hasta el día de hoy.

      Ahora, esos niños trabajan para nosotros pero es más fácil hacer la vista gorda porque lo hacen en barriadas miserables a miles de kilómteros.
      Eso sí, que no nos extrañe cuando vuelva a ponerse en marcha el ciclo. Es ley de vida.

      Un beso, Susana.

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