Pensar
16.06.2013

 

A la sombra

No tengo tiempo para pensar.

Necesito acabar este Word pero tengo diez ventanas abiertas. Diez tentaciones por donde escapar. Un powerpoint, mi Facebook, un blog, Youtube, la música, el e-mail y alguno más.

Estar en misa y repicando. Estar en el cine y twitteando. No tengo paciencia, me gana la ansiedad. Necesito parar, observar. Reciclar tanta polución mental. Literalmente,  desconectar.

No tengo tiempo para pensar.

¡ Rápido, rápido, rápido ! Es lo que más escucho al trabajar. Hazlo rápido ahora y ya lo arreglarás después.

No aprender de los fallos. No profundizar. No avanzar. Trabajar es sobrevivir al día a día. ¿ Planificar? ¿Innovar? No tengo tiempo para pensar.

Luego me quedo a recuperar el tiempo perdido. Ahora estoy muy ocupado corrigiendo lo que ayer hice mal. No llego a nada. Me vence la espiral y no tengo tiempo para pensar.

Hace tiempo que no veo a los viejos amigos. Su cara se empieza a borrar. Hubo un tiempo para conversar y celebrar. Para discutir y recordar. Ahora, para vernos, hace falta despedir a alguien.  Necesitamos celebrar una boda o un funeral.

Bueno, os dejo. Debo darme prisa. Llego tarde a no sé dónde. Tengo que hacer no sé qué. No es que no quiera, no es que no os quiera. Sólo es que no tengo tiempo para pensar.

Necesito no hacer nada. Recuperar el silencio. Apagar el iPad. Bajarme del Dragón Khan. Un tiempo muerto. Una semana sabática. Abrir un paréntesis sin punto final. Me gustaría responderme a tantas preguntas…

Mañana lo intento. Me gustaría hoy pero, no tengo tiempo para pensar.

Publicado en El Diario Vasco el Domingo 14 de Octubre de 2012.

Foto.- A la sombra. Wynwood, Miami 2013.

 

 

 

 

 

¿Quieres comentar algo?

Rellena estos datos y envía tu comentario:

(*)

(*) (no será publicado)

* campos obligatorios