Muelas
17.11.2012

 

Hay personas que desaparecen de tu vida como esa foto digital que un día borraste de la cámara y nunca más echaste en falta. Hay personas que también se van, pero siguen a tu lado mientras no eliminas su teléfono de la memoria del móvil. Una tarde estás buscando en la agenda  el número de tu primo y, de pronto, te das de bruces con ese nombre olvidado. Primero piensas que ya es hora de borrar el pasado. Luego te dejas llevar y haces una llamada a tus recuerdos, a ese mundo que sólo vive en tu añoranza. Y, cuando vuelves, traes contigo una sonrisa limpia.

Hay algunas personas, muy pocas, que son como las muelas. Las muelas no desaparecen. Las muelas te las arrancan de muy dentro. Por eso duele tanto. Con el tiempo, las heridas cicatrizan pero queda, para siempre, el hueco que dejó su ausencia. Tú sigues comiéndote la vida, a veces a mordiscos, a veces a pequeños sorbos. De vez en cuando, pasas la lengua por ese vacío y sientes que es suave y cálido como lo es el recuerdo de ese ser querido.

Nos aferramos a la idea de no desaparecer. Lo llamamos inmortalidad, resurrección, o reencarnación. Yo creo que la única forma de seguir vivo es ganarte un cuartito, una silla, en la memoria de alguien y habitar allí. Un día pregunté a mi compañero de espejo si creía en la vida después de la vida. Sonrió y me dijo: “ Me conformo con convertirme en una línea en la agenda de  cinco o seis móviles, pero sueño con llegar a ser el hueco cálido de una muela en las tres bocas que amo.”.

 

Publicado en El Diario Vasco el sábado, 17 de Noviembre de 2007. Escrito en recuerdo de mi Tía Anita. Aún conservo memorizado su número de teléfono en mi móvil.

 

Foto.- Pared del antiguo Hotel Metropole, antes de su restauración. Taormina. Sicilia.

 

 

 

15 comentarios:

  1. Una profa de Lengua forofa de tu blog dice:

    Magnífico texto.

  2. zior dice:

    Mikel Laboa expresa muy bien este sentimiento en su canción “oroitzen zaitudanean ama”. Guille, eta zuk badakizu nire begien ondoan zaudela, ezta?

  3. bego dice:

    Qué bonito guille. Todavía no me han arrancado nunca ninguna muela.. pero el día que me la arranquen te releeré. MIentras, acabo de enviar el texto a todas mis muelas en potencia;)
    abrazo.
    bego.

  4. jose ramon dice:

    Gracias, Guille
    Me has dado un soplo a la llama de mi madre ,que si bien no estaba apagada,si que me las has revivado en forma de lagrimas de fuego en mi corazon,un abrazo emocionado Jose Ramon

    • guille dice:

      Gracias primo.
      Lo escribí hace mucho y, aunque lo pensé, no te lo envié. Pudor o yo qué sé.
      El sábado, cuando lo publiqué, imaginé que en algún momento lo leerías y te haría ilusión.
      Nunca he borrado ese teléfono pero, entre tú y yo, no necesito tenerlo porque es uno de los diez que aún me sé de memoria. Un beso fuerte.

  5. Paz Comesña dice:

    Guille, que bonitas palabras y que importantes. Opino igual que tu desde hace muchos años, no se si nos reencarnaremos en otra vida y en otra forma, por eso cada DIA me esfuerzo por conseguir que cuando no estoy alguien se acuerde de mi por las buenas obras que recuerde de mi ( un buen consejo, una buena colaboracion, una orientación personal o profesional, una vida dedicada a ellos, etc.) y nunca por algo digno de no ser recordada.

    Gracias por esta iniciativa porque los que estamos lejos de Bilbao nos estábamos perdiendo estas buenas palabras.

  6. Leon dice:

    Estoy de acuerdo; creo que el alma reside en la memoria de los demás.
    Y si creo en la reencarnación, creo que nos volvemos ha reencarnar en
    naturaleza, y por eso me parece muy importante respetarla y cuidarla.

    • guille dice:

      Yo sólo creo en esa reencarnación, habitar la memoria de los demás.
      Me parece la forma más bonita de seguir vivo. al fin y al cabo, los buenos recuerdos tienden a mejorar con el paso del tiempo.
      Abrazo.

  7. susana dice:

    Me encanta la metáfora, tan real como sentida.
    Al leer de nuevo esta columna, he vuelto a pasar inconscientemente mi lengua por los dos huecos de las muelas que me faltan.
    Nunca he querido taparlos con implantes.
    Tú has explicado bien el porqué.
    Gracias por recuperar estas palabras. Son sensibles y hermosas. Un abrazo.

    • guille dice:

      Gracias, Susana.

      Cuando se publicó esta columna ya me dijiste que te había gustado.

      No creo en ningún tipo de vida después de la vida pero supongo que lo más parecido a perdurar es mantenerte en el recuerdo de tus seres queridos.Y, a ser posible, que sea un recuerdo cálido que despierte un poquito de nostalgia y muchas sonrisas.
      Abrazo.

Responder a guille:

Rellena estos datos y envía tu comentario:

(*)

(*) (no será publicado)

* campos obligatorios