Ejemplo
02.11.2014

 

La Justicia. Un retrato actualizado

La foca y la sardina. El radar y la multa. Tarea y recompensa. Infracción y castigo. Nuestra vida se rige por un conjunto de hábitos, normas, límites y sanciones.

Crecimos enfrentándonos a oraciones condicionales. Si no estudias suspendes. Si traspasa la raya es fuera. Si alborotas te quedas sin recreo. Si aparcas mal viene la grúa. Si te salen tres seises te vuelves a casa. Causas y consecuencias. Aprobar y reprobar. Palos y zanahorias.

Fumar en el avión. No pasar la ITV. Faltar al trabajo. No poner la OTA. Burlar a hacienda. No pagar el crédito. Desnudarte en la playa. Cada falta tiene su sanción. Para ello hemos inventado códigos éticos y de circulación. Reglas y reglamentos. Normas morales y moralejas.

Las reglas del juego común se cumplen por convicción, respeto o temor al castigo pero nuestro orden social se mantiene sobre el ejemplo. Educar con el ejemplo cala más hondo que las palabras y las normas.

Es el ejemplo el que apuntala la confianza en nuestro sistema político y social. Es el ejemplo el que evidencia si la justicia nos ampara y nos exige a todos por igual.

Nuestro funcionamiento como sociedad se basa en un conjunto de suposiciones sobre la conducta del ser humano. Confiamos en otras personas para gobernar, para tomar decisiones en nuestro nombre, porque recordamos ejemplos anteriores que avalan esa esperanza.

Hoy es complicado educar con el ejemplo. Los políticos piden sacrificios a los ciudadanos mientras Los grandes defraudadores, los ladrones del patrimonio común, exhiben su inmunidad con una sonrisa. El telediario nos demuestra cada día, con demasiados malos ejemplos, que robar sale gratis. Que hay una clase política y económica que tiene bula. Que los grandes partidos protegen y tapan a sus corruptos hasta que son descubiertos. Que los líderes políticos no están a la altura del problema. Que los sinvergüenzas actúan sin vergüenza.

Cómo enseñar a tus hijos a distinguir entre lo honesto y lo inmoral en medio de esta tormenta de indignidades. Como convencerles de seguir el camino correcto cuando los mayores delincuentes son invulnerables.

El buen ejemplo mantiene en pie la sociedad. La impunidad alienta el delito y este disparate.

 

Publicado en El Diario Vasco el Domingo 2 de Noviembre de 2014.

Foto. La Justicia. Un retrato actualizado. El Born, Barcelona.

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